Lo aparentaba

solo existía esa ventana, esa realidad cristalina tan clara como como los cristales que la cubrían. Los edificios que decoraban su interior como si de un lienzo se tratara cambiaban de color según la luz del día, pero leo no tardó en darse cuenta de que algo extraño sucedía . Durante la noche estuvo vomitando sin cesar, fue como si la crema de champiñones que tomo junto con la naranjada hubieran cuajado de forma explosiva dentro de su interior.
A la mañana siguiente, leo se levanto de un salto ,sobresaltado tuvo la sensación de caer a un pozo sin fondo y justo antes de tocar el suelo firme se desapego de ese sueño de forma violenta, fue al lavabo y estuvo meando durante una eternidad; Cuando termino, tuvo la sensación de que había perdido por lo menos unos cinco kilos. mientras se hacia café experimento un ligero vahído al cual no le dio importancia, cogió el ultimo vaso que le quedaba limpio con un cierto aire de alivio, pero la cucharilla la tuvo que rescatar del fondo de la pica junto a desechos orgánicos casi inclasificables, la paso por agua y se sirvió el café.
Como de costumbre, se dirigió a su ventana preferida se notaba que pasaba gran parte del día junto a ella, las manchas de café en diferentes tonalidades dibujaban un paisaje en su base. Todo parecía normal , la luz del día era la correcta, los edificios no se habían movido, el rotulo de la panadería seguía ahí, la acera cual alfombra seguía proporcionando a los peatones un suelo firme y lleno de excrementos de perro , los coches, las nubes ... todo parecía estar en su sitio pero solo lo parecía, lo aparentaba.